Organizado por la Asociación de Escritoras y Escritores de Asturias, presidida por Mª Esther García López, el pasado 14 de octubre se conmemoró el Día de las Escritoras en el espacio cultural de El Corte Inglés de Gijón. Este evento, titulado Palabras de Mujer, rindió homenaje a las escritoras fallecidas, reivindicando su legado y el papel que han desempeñado a lo largo de la historia.
Durante el coloquio, se exploraron temas apasionantes, tales como las fuentes de inspiración de las participantes, los inicios de sus trayectorias literarias, y el momento y lugar en que encuentran su impulso creativo. Se abordó, además, un aspecto fundamental: cómo las mujeres escritoras equilibran su dedicación literaria con la vida privada, una carga que con frecuencia acompaña a sus obras.
La conmemoración del Día de las Escritoras busca precisamente visibilizar las aportaciones de las mujeres a la literatura, promoviendo la igualdad de género y alentando la lectura de sus obras. Esta fecha, establecida en 2016 por la Biblioteca Nacional de España junto a la Federación Española de Mujeres Directivas, Ejecutivas, Profesionales y Empresarias (FEDEPE) y la asociación Clásicas y Modernas, se celebra el lunes más cercano al 15 de octubre en honor a Santa Teresa de Jesús, una figura fundamental de la literatura y mística española del Siglo de Oro. La fecha subraya la importancia de las mujeres en la literatura y en la transmisión del conocimiento.
Este año, Carmen Alonso rindió homenaje a Rosalía de Castro, una de las voces más profundas y sinceras de nuestra literatura. A través de sus palabras, podemos percibir las inquietudes y emociones que Rosalía plasmó en sus poemas, en una obra que sigue siendo un reflejo de la autenticidad y complejidad del alma humana.
Homenaje a Rosalía de Castro
En estos versos, Rosalía reflexiona sobre el acto de escribir y se pregunta por qué, a pesar de no decir nada nuevo, persiste en la escritura, expresando una visión única de la existencia humana:
Bien sé que no hay nada
nuevo bajo este cielo,
que otros antes pensaron
las cosas que ahora yo pienso.
Y bien, ¿para qué escribo?
Bueno, porque así somos,
reloj que repetimos
eternamente lo mismo.
La relación de Rosalía con el mar era también una metáfora de su profundo conflicto interno, y en este poema explora su compleja visión sobre el sufrimiento y la esperanza en el contexto de la vida y la muerte:
¿Por qué, Dios piadoso,
por qué llaman crimen,
ir en busca de la muerte que tarda,
cuando a uno esta vida
le cansa y le aflige?Cargado de penas,
¿qué pecho resiste?
¿Qué rendido viajero no quiere
buscar el descanso
que el cuerpo le pide?¿Por qué si uno no rige
los dolores que le oprimen,
por qué, dicen, te muestras airado
porque uno ante las tumbas
la frente recline?Infierno en el mundo
e infierno sin límites
más allá de esta cueva sin fondo
que el alma codicia,
que el ojo no mide.Si es que esto es verdad,
¡verdad terrible!
o dejad un infierno tan sólo
de tantos que existen,
o si no, Dios Santo,
¡piedad de los tristes!
Con esta emotiva lectura, se recordó el poder de la poesía para conectar con las emociones más profundas, resaltando a Rosalía de Castro como una fuente inagotable de inspiración para las escritoras de hoy.











