En estas fechas tan celebradas, Pepa Barrera quiere homenajear con un poema a un buen hombre, un farolero cuyo único objetivo en la vida era ayudar a los demás
Cuenta la leyenda que de unos mares lejanos un farolero venÃa, para encender los faroles y también los corazones de las gentes que vivÃan a la orilla de la mar, en un pequeño pueblÃn llamado Candás.
¡Bienvenido Farolero a este puerto marinero,
danos paz, danos amor
y enciéndenos el farol,
para llevar por el mundo tu luz y tu calor!
Dicen que de lejos vienes,
compartiendo tu candor.
Por favor dame a mà un poquito,
que tengo roto el corazón,
de ver tanta hambre y pobreza,
de tanta injusticia y desazón.
ArrÃmate a mÃ, Farolero y dame paz y amor,
pues esta mar traicionera con mi hombre se quedó.
Se lo llevó un dÃa en que su furia desató,
se cobró las alegrÃas y los frutos que nos da
a cada uno de nosotros, sin pedir nada jamás.
ArrÃmate a mÃ, Farolero y dame amor y paz.
Farolero que a los niños traes regalos y golosinas,
una carta yo te escribo en la que una sola cosa te pido,
pues sé que eres pobre y tienes muchos niños por los que velar,
pero paz, amor y cariño, todo ello nos lo puedes dar.
Farolero ven conmigo
y enciende mi farol,
que apagado lo tengo
de ver tanta pena y dolor.
Enséñame a pescar
las sardinitas plateadas
que tanto hambre han de quitar.
Las sardineras por el pueblo te acompañarán,
repartiendo las sardinas
que con amor y cariño
nos enseñaste a pescar.
¡Farolero, Farolero… enciéndeme mi farol,
que me alumbre todo el año
y me traiga paz y amor,
que me lleve por el mundo sin tropiezo o resbalón!
Has de saber Farolero,Â
que cada año somos más
los que aquà esperamos
que nos vengas a alumbrar,
que nos enciendas los faroles
y nos inundes con tu paz,
queremos que nos ayudes a esta forma de vida cambiar.