Los días 5 y 6 de abril se celebró en Carreño (Asturias) la segunda Feria del Libro, en el emblemático recinto de la antigua fábrica de conservas Ortiz.
Un encuentro cultural donde la palabra, la lectura y la música compartieron espacio.


Tuve la suerte de participar en el recital de poesía en homenaje a Ángel González, con motivo del centenario de su nacimiento. Su legado sigue vivo como una voz esencial de la poesía española contemporánea, combinando compromiso ético, sensibilidad y una mirada crítica hacia la realidad.
Uno de los poemas que compartí con el público fue Carta, que refleja el estilo característico de Ángel González: un lenguaje claro, cargado de metáforas potentes que expresan emociones complejas.

CARTA
Amor mío:
El tiempo turbulento pasó por mi corazón igual que, durante una tormenta, un río pasa bajo un puente: rumoroso, incesante, lleva lejos hojas y peces muertos, fragmentos desteñidos del paisaje, agonizantes restos de la vida.
Ahora, todo ya aguas abajo —luz distinta y silencio—, quedan solo los ecos de aquel fragor distante,
Un aroma impreciso a cortezas podridas, y tu imagen entera, inconmovible, tercamente aferrada —como la rama grande que el viento desgajó de un viejo tronco— a la borrosa orilla de mi vida.
Como amante de la palabra escrita, agradezco la celebración de este evento literario.





