El Centro Geriátrico Algamar se convirtió recientemente en el escenario de una tarde maravillosa e irrepetible, llena de emociones, risas y la esencia única de la temporada navideña. En este evento tan especial, las paredes resonaron con la lectura de poesía, historias y cuentos navideños, creando un ambiente cálido y acogedor que iluminó los corazones de los residentes.
Las personas residentes del Centro Geriátrico Algamar recibieron en el Filandón a un grupo de amantes de la literatura que, guiadas por la inspiradora Esther García López, presidenta de la Asociación de Escritores y Escritoras de Asturias, ofrecieron una experiencia única y compartieron su talento y pasión por la escritura.
La lectura de poemas transportó a todos a mundos de fantasía y emoción, tejiendo palabras que resonaron con la magia de la temporada. Las historias y cuentos navideños compartidos no solo fueron relatos, sino ventanas a la nostalgia y a la alegría compartida. Cada palabra, cuidadosamente seleccionada, evocó recuerdos entrañables y suscitó sonrisas en los rostros de quienes escuchaban.
La música de acordeón añadió un toque melódico a la velada, proporcionando la banda sonora perfecta para complementar las emociones que se compartían. Los acordes resonaron en cada rincón del Centro Geriátrico Algamar, creando una atmósfera festiva que elevó la celebración a un nivel aún más especial.
Pero lo más destacado de la tarde fue, sin duda, la risa. Risas que surgieron de lo más profundo, alimentadas por la conexión entre generaciones, la amistad y el amor compartido. Cada risa fue un recordatorio de que la alegría puede encontrarse en los momentos más simples y en las conexiones humanas.
En resumen, la tarde en el Centro Geriátrico Algamar fue más que un evento; fue una experiencia que resonará en la memoria de quienes tuvieron el privilegio de estar presentes. Una combinación perfecta de literatura, música y risas, todo tejido con el hilo invisible de la Navidad y el afecto compartido.
