Cuatro años con Les Ayalgues de Carreño y Gemma de Luis
Hoy quiero dedicar un espacio en mi blog a una etapa de mi vida que marcó profundamente mi crecimiento tanto en el ámbito del teatro como en lo personal. Fueron cuatro años de aprendizaje, vivencias inolvidables y la realización de un sinfín de proyectos, todo ello gracias a la dirección de Gemma de Luis, cuya profesionalidad y maestría en las artes escénicas no deja de asombrar.
Trabajar bajo su dirección fue como asistir a una verdadera escuela. Con ella tuve el privilegio de estrenar y llevar a escena obras por diferentes rincones de Asturias, entre ellas El Calendariu, escrita por José Ramón Oliva, una comedia donde catorce monjas intentan salvar su convento en ruinas con una idea tan inesperada como sorprendente. También interpretamos Les Olimpiques, del mismo autor, que narra la historia de un grupo de mujeres de edad avanzada cuyo sueño es participar en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro.
Otra experiencia inolvidable fue la representación de monólogos y escenas cortas en el recinto escénico Alejandro Casona (Universidad Laboral), ante un público muy especial: los alumnos de la Escuela Superior de Arte Dramático (ESAD), con motivo del Día Mundial del Teatro.
No puedo dejar de mencionar Jovellanos y Ellas, una ruta teatralizada por todo el pueblo de Candás, bajo la experta dirección de Gemma de Luis. En esa obra, Les Ayalgues tuvimos un papel clave, interpretando oficios tradicionales de la villa marinera, como el de conserveras y rederas, honrando la rica identidad cultural de la comunidad.
Este es solo un pequeño reflejo de los años que, sin duda, fueron una de las etapas más gratificantes de mi vida. Me llevo recuerdos imborrables, aprendizajes valiosos y, sobre todo, el orgullo de haber formado parte de un grupo que representa lo mejor del teatro.
Gracias a todos los que hicieron posible esta maravillosa travesía.